Como Pueblo soberano, amante de
la paz, nos dirigimos hoy a los ciudadanos nobles y trabajadores del respetado
Pueblo de los Estados Unidos de América. Todos los estadounidenses deben saber
que el Presidente Donald Trump amenazó el pasado 11 de agosto a la República
Bolivariana de Venezuela con una intervención militar directa. Esta peligrosa amenaza fue rechazada por todas las
naciones, y sabemos que es rechazada también por el Pueblo estadounidense. Sin
embargo, dos semanas más tarde, el 25 de agosto, el Presidente Trump ha impuesto
a nuestro país severas e injustas sanciones económicas, reconociendo públicamente
su intención de “aislar la economía venezolana”. Es la misma estrategia que
confesaron haber utilizado para derrocar el gobierno democrático de Chile, en
1973 allanando el terreno para que la despiadada dictadura de Augusto Pinochet
tomase el poder.