Me
levanté en la mañana, recibiendo el primer aliento de vida consciente (porque
todos sabemos que el cuerpo físico respira aun cuando nuestro espíritu se
encuentra en el mundo de los sueños) como de costumbre desde hace 324.120 horas
y recordé que es igual a unos Mil millones, ciento sesenta y seis millones
ochocientos treinta y dos mil segundos.