Aproximadamente 700
palestinos, de edad menor a 18 años, de la ocupada Cisjordania, son
procesados cada año en tribunales militares israelíes después de ser
arrestados, interrogados y detenidos por el ejército israelí. La
acusación más común contra estos niños es la de tirar piedras, que la
ley militar israelí condena con penas de hasta 20 años de prisión. Desde
el año 2000, más de 8000 niños palestinos han sido detenidos.