(Si acaso alguien está interesado en ayudarnos. La desesperanza me
abruma)
Este es un llamado de auxilio. Voy a exponer una serie de
irregularidades que están presentes en Santa Elena de Uairén, Municipio Gran Sabana,
Estado Bolívar, República Bolivariana de Venezuela (señalo la ubicación
geográfica exacta, pues parece que en el Gobierno Central nadie nos conoce).
Aclaro, no estoy en contra del Gobierno Revolucionario, en contrario, soy
Bolivariana, Socialista, Antiimperialista y Chavista.
Por favor, si alguien puede hacer llegar esto a quienes puedan
solucionar estos problemas, se lo agradeceríamos infinitamente.
Trataré de ser lo más coherente posible al escribir y espero que no me
traicione el estado anímico presente en mí, aunque he tratado, por todos los
medios, de conservar mi equilibrio emocional.
Voy al grano, en Santa Elena de Uairén:
1. Hay Oficina del SAIME, pero no tramitan pasaportes, hay que viajar
varias horas a Guasipati o a Puerto Ordaz. Esto no se puede hacer en un solo
día (más adelante detallaré la odisea de viajar si no se tiene vehículo
propio).
2. Hay Oficina del INTT, pero no hay revisores de vehículos y, por
tanto, hay una serie de trámites que no pueden realizarse (para ello es
necesario viajar durante 5 horas a Tumeremo).
3. Para abastecer los vehículos con gasolina, las colas son de 4 a 9
horas. Cuando llega un nuevo Comandante de la GNB, las colas desaparecen por 3
o 4 días, pero comienzan de nuevo. Tenemos un control con tarjetas que firman
los funcionarios de la FANB presentes en la Estación de Servicio, pero hay
muchos vehículos que abastecen varias veces diarias, con tanques de gasolina
modificados. Estas personas, a quienes aquí llamamos “talibanes”, luego revenden
la gasolina a los vecinos brasileños. Públicamente se paran en las calles
principales y hacen señas a los brasileños para que sepan que tienen gasolina
para venderles. También hay motorizados dedicados a este oficio.
4. Existe toda una mafia de cambio ilegal de moneda. Los conocemos aquí
como “trocadores”. Ellos también están en las calles más transitadas con las
pacas de billetes en las manos, esperando que pasen los vecinos brasileños y
cambiarles reais por bolívares (en estos momentos el cambio está a Bs. 130 por
cada reais). Los trocadores llevan uniforme (a un Comandante de la GNB que
estuvo por aquí hace un tiempo, se le ocurrió esta genial idea de legalizar lo
ilegal y ningún otro ha puesto coto a esto). Por supuesto, detrás de ellos
están quienes poseen el capital.
5. Infinidades de cloacas caen al río Uairén, el cual ya está totalmente
contaminado. El Uairén desemboca en el Kukenán, uno de los nacientes del Caroní
(saque usted sus propias conclusiones).
6. En algunas emisoras de radio trasmiten cuñas con vocabulario obsceno
y otras no respetan las cadenas nacionales. No hay autoridad que controle esta
situación.
7. No hay transporte público. Hay que trasladarse en taxi, con altos
precios para distancias cortas.
8. Se necesitan más escuelas, simoncitos y liceos. En Santa Elena de
Uairén solo hay un liceo. Hay otro en construcción desde hace 8 años, sí, no es
un error mío al escribir, ni una exageración, 8 años construyendo el liceo y
aún falta mucho.
9. La Aldea Universitaria funciona en las instalaciones del Fuerte
Roraima (Ejército), con insuficientes aulas (6), goteras en las aulas, pues el
techo hace mucho tiempo que no lo impermeabilizan y esta es una zona con alto
índice de pluviosidad; muy poco personal de mantenimiento, paredes despintadas,
pocos baños y pare usted de contar. Solo un autobús para la UNEG y otro para la
UNEFA, los cuales son insuficientes para la cantidad de alumnos. Apenas se le
daña cualquier cosa, se quedan sin transporte.
10. Basura, mucha basura, en la Troncal 10, en los barrios y en el casco
central.
11. Tenemos un Hospital Tipo I, recién pintado, pero insuficiente para
la cantidad de pobladores y con pocos insumos.
12. Para salir de Santa Elena hacia la “civilización” es necesario
llegar de madrugada al Terminal para pelear por un cupo en el bus que sale en
la noche. Y para regresar, si es de Puerto Ordaz (no sé en las otras ciudades
del Estado), hay que pagar más del doble del costo del pasaje a los
revendedores, pues en las taquillas dicen que no hay pasajes.
13. Los operativos de Mercal no vienen nunca. Los de PDVAL vienen,
aproximadamente, cada 6 meses y las colas son interminables desde la madrugada.
Muchas veces, cuando, al fin uno llega a la posibilidad de comprar algo, ya
todo se acabó y se ha visto a los “funcionarios” de todas las instituciones
salir con pacas de los diferentes productos. La gente, desesperada, se pelea en
las colas. Sí, la gente está desesperada porque aquí la especulación alcanza
límites inimaginables:
Un kilo de leche cuesta Bs. 1.500; la carne de segunda, Bs. 1.000; ½ kg. de café, Bs.600; un kg. de azúcar, Bs.
90; una pastilla de jabón de baño, Bs. 200; un litro de aceite, Bs. 400; un
cartón de huevos, Bs. 800; y pare usted de contar. Estos últimos productos se
consiguen únicamente en las pequeñas “bodeguitas” de los barrios. Las
autoridades no hacen nada al respecto, ni el Alcalde, ni los funcionarios de la
Sundee, ni los comandantes de la GN y del Ejército.
14. Ocurre la misma especulación en repuestos para vehículos, materiales
de construcción, medicinas (cuando se consiguen), ropa, zapatos, teléfonos,
electrodomésticos, línea blanca, línea marrón, etc.
15. Los comerciantes arguyen que los camioneros les traen la mercancía
muy cara porque, en los puntos de control, los funcionarios de la FANB los
“martillan” pidiéndoles dinero o productos.
16. Los telecajeros del Banco de Venezuela, las pocas veces que tienen
dinero, solo dan billetes de Bs. 10, ya que los billetes de alta denominación
se los dan a los cambistas. Esto es “vox populi”; es un negocio que tienen los
empleados del Banco e imagino que con la anuencia del Gerente.
17. Uno de los aspectos de los cuales nos sentíamos orgullosos era la
seguridad. Eso se acabó. Ahora hay atracos, robos, hurtos, degollamientos,
asesinatos de todo tipo. En fin, inseguridad total y hasta cobro de vacunas a
los comerciantes.
18. Las Canaimitas las entregaron a los niños hace pocos días, ya casi
finalizando el año. Las tabletas no han llegado a los estudiantes
universitarios.
Me quedé corta, pero, en resumen, el Gobierno Revolucionario no llega
hasta aquí. Supuestamente, el Alcalde es chavista, aunque no lo parece. ¡¡¡SOS
Santa Elena de Uairén!!!
(He suprimido el remitente de la carta para la seguridad de la Fuente)
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