lunes, 15 de abril de 2013

La Guerra (1era Parte)






Esta es la primera entrega de una serie, que tratará de hacer llegar al corazón y al cerebro de aquellas y aquellos, que quieran entender la guerra de la que somos objeto, los seres humanos desde la creación del ser humano mismo y que se ha incrementado vertiginosamente, en los últimos cincuenta años más o menos. Hago este hincapié de llamarle –La Guerra- porque eso es, dado que algunas y algunos tratan de dividirla en generaciones, indiferentemente de las generaciones que han surgido, damas y caballeros, señoras y señores, jóvenes, estudiantes, niñas y niños, siempre será LA GUERRA.

La élite burguesa tiende a considerarnos a la masa poblacional como estúpidos, vulgares e incultos, de esa manera nos conducen (conductismo, volviéndonos a los instintos provocados por estímulos básicos primitivos) en un camino que tiende a lograr la creencia de que nosotros mismos somos los culpables de nuestras propias desgracias, por causa de nuestra insuficiencia en: nuestra inteligencia, nuestras capacidades e inclusive de nuestros esfuerzos (No dejemos de recordar que nos están conduciendo a creer que es así cuando en realidad no lo es). Motivado a este conductismo, en lugar de revelarnos contra el sistema económico, el individuo masa colectiva se auto desvalida y se culpa, generando un estado depresivo, cuyo efecto entre otros es la inhibición de la acción.

La élite burguesa tiende a considerarnos como estúpidos, vulgares e incultos porque así mismo hemos actuado como masa poblacional, ya que, en los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos ¡Poseídos y utilizados por las élites burguesas! Ya que, por la Biología, la Neurobiología y la Psicología Aplicada, el sistema elitesco burgués ha logrado conocer al ser humano como individuo masa poblacional y como individuo individual tanto física como psicológicamente. ¡Este sistema elitesco burgués ha conseguido conocer al individuo mejor que a sí mismo! Y esto lo ha hecho posible por dos aristas muy pero muy marcadas: 1. El conocimiento del ser para ser conducido y 2. La constante inyección de la división para mantener una especie de balance bizarro entre el individuo como individuo individual y el individuo como masa.

Dentro de esta apreciación se ha logrado mantener a la población en la ignorancia y la mediocridad, producto de un sistema educativo de pobreza intelectual y crítica, que le ha hecho incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y esclavitud de la mente, que es el nuevo escenario de guerra que ha escogido la élite burguesa para divertirse, como en la mitología griega, cuando se divierte Zeus en el Olimpo, con sus demás compañeros dioses cuando envían calamidades al ser humano cada vez que no les adora.  No voy a caer en el saco donde caen los demás cuando aceptan como por lealtad automática, que el sistema educativo venezolano, al llegar la Revolución Bolivariana ya automáticamente es pleno en la construcción del pensamiento intelectual crítico, de la altura de las escuelas exclusivas para el burgués porque ¡NO LO ES! Con los cambios que se han hecho se ha establecido las vías para que sea, pero ¡NO LO ES!

Y es allí donde me enfoco en el tema de la Resistencia al Cambio, o Resistencia a la Revolución de las Ideas y Acciones, primero porque, aquellas y aquellos que se resisten, lo hacen porque han sido conducidos por ese sistema educativo burgués que creó el sistema educativo para pobres. Así, tenemos dos sistemas educativos: 1. Los que son educados para ser servidos (élite burguesa y sus herederos elitescos burgueses) y 2. Los que son educados para servir (Clase media y pobres, pobres todos, ya que la clase media también es educada para servir mientras se adorna con atavíos entretenidos y llamativos para hacerles creer que son superiores a los pobres, siendo los que se encuentran en el GRADO PLENO DE LA MEDIOCRIDAD) dicho por el mismo servil del sistema político ese que llaman iglesia católica cuyo nombre no recuerdo.  Dos vertientes que pueden ser claramente definidas a lo exacto como: 1. Educación para explotadores (Burguesía) y 2. Educación para explotados (De clase media para abajo). Siendo la Resistencia implantada al 100% en el sistema educativo para explotados, por diferentes variables pero la principal radica en la necesidad que la burguesía sabe que el ser humano colectivo necesita: Saciar el hambre de alimentos, de vestido, de salud, laboral y de seguridad, resumida en una sola palabra: EL PAN.

De allí la creación de la necesidad por esas necesidades con esa sola palabra PAN y la frase: “Llevar el pan a la casa”. Y es allí donde entro en el tema de los meme.

Un meme (o mem) es, en las teorías sobre la difusión cultural, que son transmisibles de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente, un neologismo pues, entendiéndose neologismo como una palabra nueva que aparece en una lengua, o la inclusión de un significado nuevo en una palabra ya existente o en la inclusión de una palabra procedente de otra lengua, siendo creados por la enfermiza moda, instaurando en los cerebros la idea de que para buscar la satisfacción plena hay que siempre probar algo nuevo pero enfocado en intereses negativos.

Es sabido que el cerebro humano se muestra apático ante la secuenciación experiencial donde no se producen cambios relevantes en el acontecer diario, y también es sabido que el cerebro humano ante la presencia de muchos cambios en ese acontecer diario, también tiende a colapsarse y es, lo que particularmente creo, sucedió en estos recientes resultados electorales del 14 de abril de 2013 entre otras variables y espero que las entregas de estas reflexiones que, sobre la marcha iré entregando gratuitamente a la lectora o lector, siempre tendrán que ver con el efecto que está causando en el cerebro la resistencia a los cambios que hemos identificado como Revolución Bolivariana del siglo 21, producto de la implantación culturacional generacional hereditaria de memes en contra de esta, para preservar el sistema que está comprobado, sentipensadamente, que ya llegó a su etapa superior de destrucción y que, es la etapa más peligrosa, porque es donde ataca con mayor fuerza, nada peor que enfrentarse a un animal que está herido de muerte…

Continuará.

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