Soberanía
se define como el poder o autoridad que posee una persona o un grupo de
personas con derecho a tomar decisiones y a resolver conflictos en seno de una
jerarquía política. El hecho de poder
tomar estas decisiones implica independencia de los poderes externos y la
autoridad máxima sobre los grupos internos.
El
concepto de soberanía surgió cuando los europeos de los siglos XVI y XVII
empezaron a buscar fundamentos laicos sobre los que basar la autoridad de los
incipientes estados nacionales, un estado soberano es igual a los demás: puede
gobernar su propio territorio, declarar la guerra, o regular su estructura
política, por ejemplo. El derecho
internacional contemporáneo y los tratados que vinculan a las naciones han
modificado, sin embargo, la libre soberanía absoluta concedida hace cuatro
siglos.
Actualmente,
las bases de la soberanía de un Estado ya no son el nivel de vida, el producto
interior bruto o la capacidad exportadora.
Ni siquiera su capacidad nuclear.
El escenario mundial ha cambiado y son un pequeño grupo de tecnologías
estratégicas las que aseguran la independencia real de las naciones. Pero la experiencia científica requerida para
trabajar en estos campos y el volumen de las inversiones necesarias impedirán a
muchos países permanecer en la carrera tecnológica. Por ello, el lanzamiento de programas de
ayuda mutua con países desarrollados en el área tecnológica resulta
indispensable, siempre pensando en las relaciones geopolíticas que convienen al
desarrollo de la Revolución Socialista Bolivariana.
Esta
la capacidad de controlar los aspectos clave y las nuevas tecnologías va mucho más
allá de la defensa y de la seguridad. Incluye
también las tecnologías de la información, de la transmisión del saber, la
robótica, las nanotecnologías, la genética, el medio ambiente y muchas otras
actividades.
Es
más, el desarrollo de estos sectores de vanguardia alimenta una potente
creación de empleos de muy alto valor añadido y genera al mismo tiempo un
aumento de la productividad. En un mundo
en evolución cada vez más rápida, es preciso superar el nivel de desarrollo de
la investigación científica, de la política industrial y tomar conciencia de
que los desafíos son culturales y sociales.
La
tarea debe orientarse a la creación y mantenimiento de una base industrial
venezolana fuerte y competitiva a la vez, principalmente, del desarrollo de la
investigación científica, de la evaluación y la preservación de los
conocimientos, que son los únicos que pueden garantizar la independencia
tecnológica, base de una real independencia política.
En
el marco de la actual construcción del Socialismo Bolivariano que se viene
gestando en Venezuela desde febrero del año 1999, se ha considerado estratégicamente
la formulación de Políticas Públicas que promuevan la Soberanía Tecnológica del
Estado Venezolano, así como, la democratización y apropiación social de las tecnologías
de información.
Uno
de los esfuerzos desde el punto de vista legislativo que ha impulsado el
gobierno venezolano ha sido la promulgación de un conjunto de normas,
reglamentos y decretos que proporcionan un marco jurídico ajustado a los nuevos
tiempos y a la apertura de las telecomunicaciones; ejemplo de ellos se observa
en la promulgación del decreto 850 del 10 de mayo de 2000 que es fundamental
para el impulso y desarrollo del uso de internet como política prioritaria para
el desarrollo cultural, económico, social y político de Venezuela. Adicionalmente, es necesario considerar los
siguientes artículos de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela: Artículo 108 que garantiza el acceso universal a la información y el
Artículo 110, donde el Estado reconoce de interés público la ciencia, la
tecnología, el conocimiento, la innovación y los servicios de información como
instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y político; así
como para la seguridad y soberanía del país.
Por
otro lado, el articulado del decreto 3.390 debe ser considerado para el
desarrollo de la solución tecnológica nacional, al obligar al uso de software
libre en todas las instituciones públicas.
El mencionado decreto, además de ayudar al desarrollo de una solución
nacional como el proyecto Canaima, evita la independencia y costo por el
suministro y mantenimiento de software de empresas trasnacionales capitalistas.
Hoy
día, el desarrollo tecnológico es una realidad en el país, vinculado a un
elemento importante que se beneficia, participa y apropia de los conocimientos:
El Pueblo. La Política de Estado en
materia tecnológica está estrechamente ligada al Poder Popular, y a la
necesidad de dar acceso a oportunidades que en otras épocas estaban disponibles
para un grupo reducido, generando la tecnología que la gente requiere y no lo
que se necesita para una comercialización capitalista.
Este
avance, más la participación de venezolanos y venezolanas en todo el proceso,
conduce a la consecución de la independencia y soberanía tecnológica, tema de
vital importancia que aún se está concretando y para el cual se han abonado
logros significativos en distintas áreas.
La
soberanía va muy ligada a la INDEPENDENCIA TECNOLÓGICA TAMBIÉN, y el trabajo se
está haciendo a través del Ministerio del Poder Popular Para Ciencia,
Tecnología e Industrias Intermedias (MCTI).
La
puesta en órbita del satélite Simón Bolívar NO SE LIMITÓ A LA COMPRA DEL
ARTEFACTO a la República Popular China, sino que IMPLICÓ TRANSFERENCIA
TECNOLÓGICA Y DE CONOCIMIENTO QUE PRECISA LAS HERRAMIENTAS PARA LA FUTURA
CONSTRUCCIÓN DE OTROS SATÉLITES EN SUELO VENEZOLANO. En este sentido, el
satélite Simón Bolívar RESTA ELEMENTOS A LA DEPENDENCIA, ya que hasta hace poco
las comunicaciones satelitales ESTABAN EN MANOS DE EMPRESAS EXTRANJERAS, así
como la Compañía Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV), que como muestra de SOBERANÍA
TECNOLÓGICA PASÓ NUEVAMENTE AL ESTADO Y SUS DIVIDENDOS SE PUEDEN APROVECHAR DE
FORMA DIRECTA, además de que SE ESTÁ LOGRANDO QUE TODOS LOS VENEZOLANOS TENGAN
ACCESO A LAS TELECOMUNICACIONES Y A LAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN, y el
satélite Simón Bolívar PERMITE COMPLEMENTAR EL ACCESO EN ZONAS DONDE, POR
RAZONES NATURALES Y DE TIEMPO, NO SE HA PODIDO LLEGAR.
Venezuela dejó de ser un simple depósito
de tecnologías foráneas, hoy somos capaces de investigar, desarrollar y
producir, gracias también a la ayuda de países aliados que nos han ofrecido más
que la venta de un artefacto, nos han TRANSFERIDO CONOCIMIENTO que, UNIDO AL
TALENTO LOCAL, HA DADO FRUTOS Y SE PREVÉ QUE GENERE AÚN MÁS en pro de:
LA
DEFINITIVA INDEPENDENCIA TECNOLÓGICA!
(Luis
Argüello Facilitador Académico)
Y
para finalizar quiero que entiendan el mensaje de esta hermosa fotografía:
NO
VOLVERÁN JAMÁS ADECOS Y COPEYANOS Y SUS DERIVADOS AL SERVICIO DE LA MALDITA
OLIGARQUÍA Y BURGUESÍA PARASITARIA!
El
que tenga ojos que vea y lea! el que tenga oídos que oiga y escuche! Conciencia
Universal Progresista! Moral y Luces son nuestras primeras necesidades! El
Socialismo es el Camino! Independencia y Patria Socialista! Hasta la Victoria
Siempre! Chucho Almeida Guerrillero Comunicacional Ad Honorem de la República
Bolivariana de Venezuela con el Pueblo Organizado y Unido Siempre Viviremos y
Venceremos!
¡Aana
Kari`ña Roote! ¡Aunicon Tooto! Paaparoto Maantoro! ¡Tooto Maanto!
¡SOLO
NOSOTROS SOMOS! ¡AQUÍ NO HAY COBARDES! ¡AQUÍ NADIE SE RINDE! ¡ESTA TIERRA ES
NUESTRA!
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