jueves, 24 de noviembre de 2011

El Amor del Hombre de las Dificultades.

Después de la partida de María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza experimenté la mayor expresión de dolor que hombre alguno jamás haya podido sentir por mujer amada.  Mis votos de amor hacia ella me hicieron viajar sin consuelo, hallando un poco haciéndome una promesa, promesa que cumplí hasta mi último aliento, NO VOLVER A CASARME JAMÁS!
Sin embargo, por cuenta propia y además siguiendo bajo mi decisión los consejos de quienes trataban de mitigar mi sufrimiento, decidí conocer otras experiencias con otras algunas más mujeres que fueron pasando por mi cuerpo físico sin haber podido llegar a la bóveda donde celosamente siguió viviendo María, en mi corazón, ya fortificado con muros de madera, acero y demás amalgamas que pudieran haber servido para blindarme contra el dolor del amor y el dolor de la partida de ese amor!

Pero no es sino hasta del día en que, cabalgando en mi entrada triunfal el 16 de junio de 1822 a la ciudad de Quito, recibo un impacto en mi pecho de un ramo de flores llamadas rosas y algunos laureles, con vertiginosa rapidez observé la culpable, la mujer más hermosa que haya visto jamás, aún alcancé a divisar sus brazos en movimiento recogido y con sus mejillas ruborizadas por haber sido descubierta en el acto! Desde ese mismo instante tuve la certeza de que fue ella quien me disparó su amor y me dio justo en mi pecho, donde se aloja mi bóveda, que protegía mi corazón hasta ese momento, puesto que ese disparó fue, de tal potencia, que dejó una grieta, por donde entró la luz y nuevamente mi corazón palpitó de ese deseo imparable! De esas ganas de sentir nuevamente que podía amar, incondicionalmente! y por siempre! Nuevamente a otra mujer! Le saludé con mi sobrero que traía en mi mano, sabrá la Providencia quizás siendo la Providencia misma! la que con su energía hizo que ese gesto de caballerosidad se hubiere materializado en mi, ya que quedé prendado de esa mujer indudablemente!

No me quedó otra que abordarte en esa reunión de bienvenida que celebraron en mi nombre! Una mirada… un acercamiento… una frase! “Señora: si mis soldados tuvieran su puntería, ya habríamos ganado la guerra a España! A partir de allí, una decisión! Fugaz como el amor mismo se encarga de nacer y crecer! Sólo crecer exponencialmente por la eternidad! Ocho Años que nos parecieron una vida! Bajo la crítica y la maldad de quienes en su envidia no soportaban nuestra energía! Amor incondicional lleno como de locura! Como de la carta que te escribí, donde te dije y me cito a mí mismo: “Mi adorada Manuelita, el hincarme la porcelana iridiscente de tu boca fue el flagelo más sutil demandado por mortal alguno en la expiación de su pecado; tus dedos se adhirieron a mi carne, como en las breñas de la ascensión al Pisha, para darle a este hombre (tu hombre) un hálito mortal, en la contemplación de tu divinidad hecha mujer.”

Muchas veces te llamé “Manuela… mi amable loca…” en mis divagaciones… caminando y pensando… en la Libertad de mi Patria y la tuya! En la igualdad de mi Patria y la tuya! Sin saber que yo también era otro loco! Amor mío! Y es por ello que te escribí: “El velo de mis años se reanima con tus bondades y gracias.  Tu amor da una vida que está espirando.  Yo no puedo estar sin ti, no puedo privarme voluntariamente de mi Manuela!  No tengo tanta fuerza como tú para no verte: apenas basta una inmensa distancia; te veo aunque lejos de ti.  Ven, ven, ven luego.

Y después me fui al otro plano! Y tú fuiste acusada por la envidia de aquellos que jamás sintieron amor como inmensamente lo sentimos nosotros! Fuiste a pasar tus últimos años en un exilio injusto! Mi coronela! Mi Libertadora! Tu cuerpo en una fosa común y nuestros mejores escritos y documentos quemados en la ignorancia! No importa! He aquí que nos encontramos de nuevo! Ahora en un amor eterno! Y que sólo cuando la mayoría que verdaderamente ama nos piensa despertamos en este plano terrenal para seguir la lucha! Ahora eres GENERALA! MI GENERALA! Pidamos a todos aquellos que saben que nuestros esfuerzos son para lograr la libertar que los lacayos del imperio quieren quitar NO NOS DEJEN DORMIR JAMÁS! PARA QUE ELLOS NO VUELVAN JAMÁS!     QUE ASÍ SEA!

El que tenga ojos que vea y lea! el que tenga oídos que oiga y escuche! Conciencia Universal Progresista! Moral y Luces son nuestras primeras necesidades! El Socialismo es el Camino! Independencia y Patria Socialista o Muerte! Hasta la Victoria Siempre! Chucho Almeida Guerrillero Comunicacional Ad Honorem de la República Bolivariana de Venezuela Siempre Viviremos y Venceremos!

¡Aana Kari`ña Roote! ¡Aunicon Tooto Paaparoto Maantoro! ¡Tooto Maanto!

¡SOLO NOSOTROS SOMOS! ¡AQUÍ NO HAY COBARDES NI NADIE SE RINDE! ¡ESTA TIERRA ES NUESTRA!

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